Candidata cinco veces a los Oscar y ganadora de uno a la mejor actriz por su papel en Vacaciones en Roma, Audrey Hepburn es y será un mito entre los mitos. Actriz de prestigio, modelo de mujer o icono de estilo son algunos de los títulos de los que puede presumir esta belga que comenzó su carrera cuando se mudó a Londres para completar su formación académica y llevar a cabo algunos trabajos relacionados con la imagen para financiar sus estudios.
Su talento como actriz, un look, una sencillez y cercanía nunca antes practicados en Hollywood quedó fuera de toda duda en películas de Billy Wilder o John Huston. Su estilo, asociado a un físico frágil, ha pasado a la historia de la moda gracias, en parte, a uno de sus grandes amigos y mentores, Hubert de Givenchy. La vistió por primera vez para su personaje de Sabrina y desde entonces han formado uno de los dúos más memorables del binomio cine-moda.
Lejos de representar un modelo inalcanzable, como hicieron y hacen otras actrices, Hepburn encarnó el auténtico mito de Pigmalión, la promesa de que cualquier mujer podría transformarse en una versión mejorada de sí misma. Este es uno de los motivos por los que para casi todas las mujeres es un punto de referencia no sólo en la moda y la belleza, también en el arte y la decoración. Aquí os dejamos algunos de los más bellos y estéticos cuadros de la actriz que seguro que os enamoran.
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